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Turismo

Operadores, plataformas y destinos: un ecosistema digitalizado, regulado y orientado a la experiencia del viajero

El turismo en España es un sector transversal que integra alojamiento (hotelero y extrahotelero), transporte, intermediación y ocio-restauración, con un fuerte peso del canal digital (OTAs, metasearch, plataformas de alquiler de corta duración) y una cadena de valor donde conviven grandes grupos y pymes. Su competitividad pivota sobre cuatro vectores: calidad/experiencia, sostenibilidad, cumplimiento regulatorio y transformación digital (IA para pricing, revenue management y atención al cliente). La oferta se diversifica entre hoteles, apartamentos turísticos, viviendas de uso turístico y resorts, con competencia autonómica y municipal en ordenación, clasificación, licencias y disciplina. El marco constitucional habilita a las CCAA para asumir la promoción y ordenación del turismo, lo que explica la heterogeneidad regulatoria por territorio. 
 

La intermediación combina agencias tradicionales y players nativos digitales. En viajes combinados y servicios de viaje vinculados, rigen las garantías de información, ejecución unitaria del paquete y protección frente a insolvencia de organizadores/minoristas (con repatriación cuando proceda). En alquiler de corta duración, la UE ha establecido un régimen de recogida y compartición de datos entre plataformas y autoridades para mejorar trazabilidad y cumplimiento local. En plataformas en general, la DSA y el Reglamento P2B imponen transparencia, gestión de contenidos ilícitos y reglas de trato justo hacia empresas usuarias. 
 

La experiencia del viajero está soportada por un marco europeo de derechos de pasajeros (aéreo, ferroviario, autobús y marítimo), reglas sanitarias (legionela, piscinas) y de seguridad alimentaria e información sobre alérgenos aplicables a alojamientos y restauración. En el canal online, RGPD/LOPDGDD y PSD2/SCA gobiernan datos personales y pagos.

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